lunes, 1 de agosto de 2011

Informe anual de desastres atmosféricos

Tres horas para saberte dentro, y después nada. Incipiente conclusión rezagada por opiniones vinculantes referentes a tu estado emocional demasiado irritante. Tus huesos. Están. Rompiendo. La máscara. Sálvate antes de que demasiado tarde se parezca demasiado a cualquier momento anterior al ahora. Ahora no existe. Tres horas para sabernos incólumes. Tres horas para apaciguar la bestia, amaestrar el dolor, hacer que coman de tu mano, y tú sin dedos, ni uñas ni cartílagos. Ni ganas ya de mentirme. Ni fuentes de conocimiento fiables, ni presupuestos, guárdate en los cajones, en las cajas fuertes, dóblate como la miseria agazapada de los sábado noche.

No hay comentarios:

Publicar un comentario