viernes, 5 de agosto de 2011

This is fun

A la verdad no se llega a través del aburrimiento, ni siquiera a través de la cultura, ni mucho menos recorriendo las columnas de la última tendencia literaria. Calles llenas de cool(writer)hunters, buscando en aquella esquina donde nadie aún ha mirado, extrapolando su mirada provinciana hacia el Nueva York que ha visto por Google-earth. Apóstrofes, siglas, citas como reclamo ante el carroñero-nuevo-hombre, postrado ante el fracaso de una ulterior modernidad, rumia un último hueso creyendo que es carne, creyéndose afortunado y cierto. Todavía famélicos pero hartos, adocenados en individualidades que asemejan a cualquier otra, conectados entre sí por los intestinos y por la arrogancia, no basta el tiempo para hacerles caer o meditar, porque ya es tarde, porque no hay tiempo, porque estar a la última y nunca querer ser el último es mucho más que imposible. Mucho mejor la ignorancia a ser ignorado, piensa este hombre que nunca supo nada y solo recuerda los títulos y los nombres, nunca las voces, y mucho menos la suya, su voz: aquella que oculta entre otros ecos que le devuelven lo que en realidad nunca pensó. ¿Dónde estás, entonces? Estás aquí, ahora, y en cualquier otro lugar al mismo tiempo. Te diluyes. No hay tiempo, recuerda. Tampoco existes. Quizás en otro concepto. Seguramente una imagen.

No hay comentarios:

Publicar un comentario